Sí, porque aquí no se libra nadie! Ni la niña con la melena más preciosa de la clase ni el niño con el pelo más cortito (y, en ocasiones, los papás también, aunque ya se nos había olvidado lo que eran esas cosas). Los piojos siempre están ahí… durmientes, en los parques de bolas y, por supuesto, en el colegio, por más precauciones que tomemos todos. Y la esencia de árbol del té y las lendreras se convierten casi en un imprescindible en muchísimas casas con niños en edad escolar, y por más antipiojos que inventen la verdad es una: son una pesadilla!
Dada la aceleración a la que estamos sometidos hoy día, corriendo despendolados de un lado para otro, siempre se agradecen todas las alternativas posibles cuando nos encontramos con éste tipo de “fallos técnicos”. Sí, hay vida más allá del árbol del té, con su agradable aroma… En HEAD CLEANERS, por ejemplo, se encargan de todo el proceso de destrucción masiva de estos desagradables visitantes, con revisiones incluidas. Tienen varios centros repartidos por España, se desplazan a domicilio, a colegios, y tratan tanto a niños como a adultos.
Garantizan resultados al 100%, cosa que no es tontería. El proceso consta, como norma general, de 2 o 3 visitas:
1ª Visita: Tratamiento, en el que se realiza una limpieza completa de la cabeza. Dura aproximadamente 1 hora y media, en función del largo, la cantidad de cabello y el grado de infestación por liendres.
2ª Visita: La primera revisión, a los 7 días, que dura más o menos media hora. Es fundamental porque en ella se comprueba la eficacia del tratamiento y, al finalizarla, te ofrecen la posibilidad de una 3ª visita, que consiste en otra revisión totalmente gratuita por si las moscas (es en éste momento cuando te dan la “garantía” sobre su tratamiento).
El tratamiento se realiza en 3 fases que aplican en la primera sesión. Comienzan dividiendo el pelo en pequeñas secciones para seguidamente aspirarlo con lo último en tecnología americana para combatir la pediculosis (en ésta primera fase eliminan la mayoría de piojos y liendres). En la segunda etapa repasan cuidadosamente el cabello con lendreras especiales, utilizando potentes lámparas y lentes de aumento y, por fin, en la tercera fase, finalizan el proceso repasando de forma manual los mechones, pelo a pelo, asegurándose así de la completa eliminación de todas las liendres.
A todo esto, durante el tratamiento los clientes están sentados en cómodos sillones de masaje disfrutando de una película o jugando una partida de Nintendo.
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