Halloween se acerca peligrosamente y las estanterías de las tiendas de disfraces se van vaciando como por arte de magia. Si este año no te quieres quedar sin disfraz, toma nota de las ideas que te dejamos a continuación… ¡a lo mejor tienes el disfraz perfecto mucho más cerca de lo que creías!
Disfraz de payaso diabólico = triunfo garantizado. Los payasos son una de las pesadillas más recurrentes de niños y mayores y, si no, solo hay que echar una ojeada a la cartelera de terror de los últimos años. Solo necesitamos ropa (lo más estrambótica posible) y un kit de maquillaje básico para conseguir un resultado tan desagradable como el de la foto superior. Y si ya queréis pasar a un nivel superior, siempre os podéis poner 1 o 2 lentillas de colores y el resultado será de lo más escalofriante.
Disfraz de muñeca de trapo. Todo un clásico, sencillo a rabiar y perfecto para no complicarse la vida. Solo necesitamos un kit de maquillaje básico y, en lo que concierne a la vestimenta, podemos ponernos prácticamente cualquier cosa, desde ropa de la abuela a un traje negro, el vestido al fondo del armario o un pijama despeluchado… ¡las alternativas son infinitas!
Billy, el espeluznante títere de la saga Saw. Incluso para los que no han visto la película, este muñequito resulta bastante tétrico… ¡y su recreación no podría ser más sencilla! Solo necesitamos un poco de maquillaje blanco, pintalabios rojo, un lápiz de ojos negro (o cera de maquillaje, de las que venden en kit en la mayoría de supermercados) y un perfilador de labios rojo o una cera. Para la ropa, nada como un elegante traje coronado con una pajarita roja y, si no tenemos esta última, siempre podemos improvisar con goma eva de purpurina, para darle un toque más especial.
Para los amantes del DIY, no os perdáis esta inspiración de “condenado” (suena fatal pero es de lo que se trata, ¿no? 😉 ). Solo necesitaremos un trozo de cartón grande, unas ceras marrones, negras y plateadas, y un rotulador negro para perfilar, y conseguiremos un horroroso cepo medieval, que podemos acompañar de alguna máscara que tengamos por casa o, en su defecto, de un poco de teatrillo y poner una cara de lo más desgraciada.
Por supuesto, no podíamos olvidarnos de los padres y madres con bebés… y es que en Halloween, como en los carnavales, la imaginación es el límite. ¿Qué tal un disfraz conjunto de Zombie? Solo necesitamos ropa desgastada y un poco de tomate o sirope de fresa. Unos polvos blancos para la cara y unas sombras de ojos en tonos morados pueden dar el toque final en forma de ojera y, si te animas, una herida abierta (de las que venden en los supermercados, tiendas de disfraces, etc. no seamos brutitos) quedará perfecta en medio de tu hermosa cara.
Vampiros… Adaptable a todas las edades y gustos, perfecto para las sagas estilo “Crepúsculo” y fans del mundo gótico en general. Tétrico a la par que moderno y/o elegante, solo necesitamos ropa negra al gusto (e incluso blanca, de época), polvos blancos, pintalabios rojo y… bueno, hoy día ni siquiera hace falta dentadura porque después de tanta película ya lo damos todos hasta por hecho.
Ahora solo nos queda desearos una terrorífica y divertidísima noche, que no dejéis de echar en vistazo a todas las ideas geniales de Halloween que tenemos repartidas por la web y, de paso, al día siguiente, no os perdáis nuestro interesantísimo post sobre las caries… ¡Feliz Halloween!
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