Cuando piensas en ocio, lo primero que se te viene a la cabeza es diversión, relajación, esparcimiento, familia, amigos… en definitiva, situaciones placenteras con personas que quieres. Pero… ¿te has parado a pensar en la importancia de utilizar de forma adecuada tu tiempo libre? ¿En saber diferenciar entre ocio y consumo? ¿En que la planificación se debe hacer entre todos y para todos? ¿Tienes un objetivo claro de por qué haces la actividad? ¿Que existen gran cantidad de beneficios, pero que también un erróneo concepto de ocio puede acarrear graves perjuicios?
En esta guía, te voy a responder a todas estas cuestiones. Además, te propongo gran variedad de actividades para elegir que te van a llevar a un ocio saludable y diversión sin límites.
¡Empezamos!
Este es el paisaje que vemos mi hija y yo cuando hacemos nuestra reciente actividad juntas: El remo. ¿Qué os parece? Una maravilla, ¿verdad? Es el puerto de la ciudad donde vivimos, y me he decidido a practicar este deporte con un objetivo claro: necesitamos pasar tiempo juntas y dedicarlo a algo que nos guste a las dos. También he pensado que nos va a unir, ya que compartimos un espacio común donde podemos entendernos, evitando el estoy aburrida. Pronto va a entrar en la etapa de la adolescencia y es bueno que tenga referentes de ocio saludables. La actividad, además, tiene un coste muy asequible, para practicar los fines de semana que es cuando más tiempo libre tenemos. Como ves, es un tiempo libre aprovechado con unos objetivos claros y planificación adecuados, además de un entorno fantástico.
¿Qué vas a aprender en esta guía?
¿Qué es el tiempo libre y el ocio?
El tiempo libre es el tiempo que no estás ocupado/a en trabajar o en las necesidades y obligaciones cotidianas ( sueño, aseo, obligaciones familiares…), es un tiempo para hacer las cosas que quieres y te satisfacen, un espacio en el que se desarrollan las actividades de ocio.
Aunque el ocio está asociado al tiempo libre, ambos conceptos no son exactamente iguales. El ocio en una forma de ocupar el tiempo libre: es la ocupación y aprovechamiento del tiempo libre del que dispone la persona. Por lo tanto, para que existan actividades de ocio, es necesario disponer de tiempo libre.
Existen una serie de diferencias entre las actividades de ocio y las actividades realizadas durante el resto de la jornada:
Las actividades suponen un estupendo recurso para ser quien realmente eres. De ahí la importancia de un uso adecuado del mismo; de aprender y enseñar a usarlo.
La cultura de ocio
Hasta no hace demasiados años, el ocio, estaba relegado a determinados sectores de la población, con cierto estatus socioeconómico. Hoy en día, las actividades de ocio se consideran como un derecho al que la gran mayoría tenemos acceso. Ocupar el tiempo libre en actividades de ocio, puede ser una “buena idea”. ¿Por qué?
Para conseguir esto, tienes que enseñar a tus hijos e hijas a disfrutar y usar el tiempo de ocio. Reflexiona sobre:
Sentido del ocio en la familia
El tiempo de ocio que puedes vivir en familia es considerado un tiempo y un espacio privilegiado para educar y socializar. Puedes realizar actividades que generen bienestar y un disfrute compartido a toda tu familia, fortalecer lazos, ejercitar habilidades de comunicación e interacción… En definitiva, crear un estilo de vida.
Como te he comentado, el concepto de ocio surgió gracias a la mayor disponibilidad de tiempo libre, asociada a la regulación de los horarios laborales de la época moderna o post-industrial. De hecho, el mayor desarrollo tecnológico en el trabajo parecía que iba a disminuir cada vez más la jornada laboral. Sin embargo esto no es así y, actualmente, la mayor diversidad de trabajos, el coste de la vida, la incorporación de la mujer al trabajo fuera de casa y también, la desregularización del mercado laboral, dibujan un panorama en el que las familias ven muy reducidas las posibilidades de pasar tiempo juntos.
Tus niños/as pasan mucho tiempo en la escuela, instituto o realizando actividades extraescolares, y tú puedes pasar mucho tiempo en el trabajo, a veces en horarios distintos al de tu pareja. Observa por tanto que el tiempo de ocio se concentra en mayor medida en el fin de semana o festividades, mientras que es poco el tiempo disponible para pasarlo juntos en el día a día. Mi hija, por ejemplo, se queja mucho de que de lunes a viernes no le presto atención y no pasamos mucho tiempo juntas, sino que siempre estamos corriendo con muchas tareas programadas.
Por ello, te propongo aumentar la calidad del tiempo que pasas junto a tu familia, revalorizando las actividades cotidianas (comer, cocinar, arreglar el jardín, bañarse, etc.) como espacios de encuentro y convertirlos así en práctica de ocio y disfrute. Tienes que sacar toda la creatividad que llevas dentro.
Creo que el compromiso y el uso obligatorio unidos a muchas de las actividades familiares no tienen por qué limitar el grado de disfrute. Ya que es el cómo puedes hacer las cosas lo que determina la satisfacción con ellas. Hay múltiples opciones en las que puedes practicar ocio en familia, algunas de ellas están más planificadas y otras lo están menos, unas se desarrollan fuera de la casa y otras dentro, pero lo característico de las actividades de ocio familiar es que:
En esta variedad, encontrarás que a mayor implicación tuya, mayor será la satisfacción común con el resultado de la actividad y mayores los beneficios relacionales (comunicación, cohesión, vínculo e identidad familiar). Así, llevar a tus hijos a actividades infantiles (por ejemplo, parques infantiles), que requieren únicamente la presencia de un progenitor, limita tu implicación como padre/madre a la mera presencia y vigilancia. Tampoco será satisfactoria una actividad como realizar una excursión al campo si un miembro de la familia se queda en la casa preparando la comida para el resto.
Finalmente, considera que no es útil utilizar las actividades de ocio familiar como moneda de cambio ante un comportamiento inadecuado. Castigar mediante la retirada de una actividad de ocio disminuye las oportunidades de profundizar en la relación familiar y desvaloriza la importancia de la actividad misma, lo que puede desmotivar a los hijos a realizarla posteriormente.
El reto que te presento es encontrar actividades que sean aptas y satisfactorias tanto para ti, como padre/madre como para tus hijos/as y que proporcionen descanso psicológico o físico y diversión a unos y a otros. Es evidente que el tiempo disponible para el ocio personal para ti disminuye, sobre todo en las edades tempranas de los hijos y de las hijas, pero no es menos cierto que este es un hecho natural y que esta realidad se puede vivir bien como una carga o bien como una responsabilidad gratificante.
Tienes que ser consciente de que el ocio en la familia es a la vez una obligación y un disfrute, es buscar un equilibro entre desarrollar vínculos y educar en modelos positivos, también salir de la rutina, las tensiones y las preocupaciones cotidianas.
¿Cómo educar el tiempo libre en familia?
Supone que tengas conciencia sobre el valor que puede tener para ti y tu familia, vivirlo y utilizarlo adecuadamente, para sugerir, proponer y crear una actitud positiva hacia el desarrollo de actividades de ocio que favorezcan de verdad la evolución de tus hijos. Pero, ¿qué puedes hacer como padre o madre para educar el tiempo libre?
La adolescencia y el ocio
La adolescencia es una etapa evolutiva en la que el ocio y el tiempo libre adquieren una enorme importancia. Más allá de las responsabilidades escolares y familiares, las y los jóvenes encuentran en el disfrute del ocio un escenario ideal donde empezar a poner en práctica su creciente autonomía, donde profundizar en sus relaciones sociales y donde consolidar su identidad personal. La forma en que cada chico o chica ocupa y disfruta de su tiempo libre se convierte así en una importante fuente de influencia en el desarrollo socio-personal durante la adolescencia.
Para la mayoría de adolescentes el tiempo libre significa, sobre todo, tiempo para estar con sus amigos y amigas. Durante estas edades, amigas y amigos son importantes elementos de compañía y diversión, siendo muchos los y las adolescentes que prefieren dedicar todo su tiempo libre a estar con ellos (dicen que se lo pasan mejor, que son quienes mejor los entienden y que pueden comportarse abiertamente, tal y como son). Otros/as adolescentes, sin embargo, dedican la mayor parte de su tiempo libre a usar el móvil a jugar con videojuegos, manejar ordenadores o ver la televisión. El uso de las nuevas tecnologías está muy extendido entre las/os jóvenes y aunque en ocasiones pueden jugar entre ellos (comunicaciones a través de la red , juegos en línea, etc.), la mayor parte del tiempo que se dedica a estas actividades se hacen en solitario.
Tus hijos e hijas no sólo aprenden en las aulas; aprenden valores, competencias y ven promovidas ciertas aficiones y hábitos en cualquier situación, especialmente en aquellas que tienen un significado emocional importante, como es todo lo que rodea al grupo de iguales y al disfrute del tiempo libre. Por esta razón, como madre o padre debes asegurarte durante esta etapa mantener también actividades de ocio familiar compartido, ya que cuando como adulto/a compartes actividades de ocio con tus hijos e hijas puedes servir como modelo de actividades alternativas a las que los chicos/as conocen y ellos ver que pueden resultar gratas y satisfactorias.
Actúa como modelo de ocio divertido, entusiasta y sano.
Además de tratarse de un aspecto importante del desarrollo durante la adolescencia, los hábitos de ocio de tu hijo o hija adolescente, suele ser uno de los temas que da lugar a más problemas en el contexto familiar. En este sentido, los desacuerdos entre madres o padres y adolescentes sobre en qué invierten el tiempo libre, dónde van, con quien salen, a qué hora vuelven a casa, etc. figuran entre las discusiones más frecuentes durante esta etapa evolutiva.
Al igual que ocurre con otros temas y cuestiones, como padre o/y madre tienes que aprender a negociar con tus hijos e hijas adolescentes la organización de su tiempo libre, permitiendo que cada chico o chica cuente con autonomía a la hora de disfrutarlo, pero asegurando al mismo tiempo que exista la necesaria supervisión parental de estas actividades.
Promoción de un ocio saludable
Aprender a divertirse es una faceta más del desarrollo de niños/as y adolescentes que madre y/o padre debes atender y educar. Es tan importante ser responsable en cuanto a las obligaciones diarias, como saber disfrutar del tiempo libre de forma igualmente responsable y saludable, aspectos esenciales para la salud y el bienestar personal.
A la hora de promover una forma positiva de disfrutar del tiempo libre, deben tenerse en cuenta los siguientes aspectos:
Son muchos los estudios que muestran que la participación de chicas y chicos adolescentes en actividades programadas (deportes, música, talleres, etc.) disminuye la probabilidad de que se vean implicados y/o manifiesten conductas de riesgo.
No es conveniente ni que el horario de un/a adolescente esté saturado de tantas actividades que no le dejen ningún tiempo libre, ni que tenga excesivo tiempo libre sin actividades programadas de ningún tipo.
En todo caso, es importante que exista variedad en las actividades de ocio de todo chico o chica, es decir que no ocupen todo su tiempo libre en un único tipo de actividad (ver la televisión, videojuegos, etc.). Debes inculcarles la práctica de deportes, excursiones al campo, disfrutar con amigas y amigos sin necesidad de consumir alcohol, etc. Las actividades de ocio constituyen una magnífica oportunidad para la adquisición de nuevos conocimientos y como medio de promoción cultural.
Recursos y actividades para el ocio en la familia
FASE DE APEGO. Etapa de 1 a 3 años.
Cuando se produce el nacimiento, todos los órganos sensoriales que permiten percibir el mundo a diferentes niveles están en funcionamiento (vista, oído, olfato,gusto y tacto), pero la maduración de estos órganos, así como de las estructuras cerebrales correspondientes, todavía han de recorrer un camino importante hasta llegar a los niveles de funcionamiento adultos. El desarrollo sensorial o la capacidad de percibir el medio será el elemento básico que permita el desarrollo intelectual de tu hijo/hija.
Los niños nacen con una gran capacidad para desarrollar sus habilidades tanto cognitivas como sociales que van progresando día a día, junto con la maduración continua de sus sentidos. Tu participación activa como padre y/o madre en los primeros años desde su nacimiento, resulta imprescindible para que tu hijo/a realice algunos de los aprendizajes más importantes de toda su vida como caminar, hablar y relacionarse con los demás. Sin duda éste es un periodo fundamental ya que supone el inicio de las relaciones del bebé con el mundo exterior, siendo especialmente importante la relación con las personas más significativas de su entorno, generalmente los padres y madres.
Le cuidas, quieres y atiendes desde que nace creando el vínculo afectivo primario o, como se ha llamado en psicología, la relación de apego.
Como padre/ madre, es importante en esta etapa conocer cómo se establecen estos vínculos primarios ya que van a influir en la personalidad futura de tu hijo o hija. En definitiva, el vínculo inicial significa para tu hijo/a una seguridad psicológica, que es básica para el desarrollo de aspectos fundamentales de su forma de ser y de relacionarse con los demás.
Alrededor de los 6 meses es normal que los niños protesten si los padres se van, no es que estén “enmadrados” o “empadrados”, es importante que le expliques, sin engaño, cuándo se volverá y con quién se quedan durante la ausencia.
El juego de los niños pequeños es el medio que tienen para expresar su mundo interno y para relacionarse con el mundo físico y con las personas que están comenzando a conocer.
Jugando, tu hijo o hija, ejercita un gran número de capacidades físicas, motoras, lingüísticas, emocionales, etc; por tanto, es fundamental para su desarrollo ayudarle a jugar buscando situaciones estimulantes y variadas. Intenta situarte a la “altura” del niño para entender sus necesidades y ofrecerle situaciones y estímulos que las cubran. Hay multitud de juegos para estas edades que favorecen el apego seguro.
Sigue este enlace, 70 juegos que favorecen el apego seguro y niños felices, y aprenderás mucho más, puedes conseguir también una tabla para ir rellenando conforme tu hijo o hija vaya cumpliendo objetivos mediante juegos de apego.
INFANCIA TEMPRANA. Etapa de 3 a 7 años. INFANCIA TARDÍA de 8 a 12 años.
En primer lugar, te presento los principales progresos que se esperan para esta etapa en relación con el desarrollo físico y la coordinación muscular, los enormes avances en habilidades necesarias para pensar, hablar y recordar, además de la maduración en el ámbito afectivo y emocional y la consolidación del mundo social. En segundo lugar, la tarea que como padre y/o madre prima realizar en este momento es: la socialización. Por último, te expongo una serie de aspectos generales a tener en cuenta sobre el ocio en familia en los años de la infancia.
Los niños entre 3 y 12 años van a estar preparados físicamente para realizar multitud de actividades, ejercicios, piruetas e incluso practicar algún deporte. Su vocabulario, pensamiento y memoria van a experimentar progresos significativos, permitiéndoles comprender cada vez mejor el mundo que les rodea. En este momento, los niños comienzan a forjar relaciones de amistad y dejan de ser únicamente compañeros de juegos.
La forma de interactuar con tus hijos/as es un ejemplo o modelo que les va a servir para relacionarse con el resto de personas. Es importante el ambiente y clima emocional que se cree en casa. A través de valores y normas, como adulto/a, estás continuamente enseñando una manera de afrontar la vida que los niños absorben cada día, no hay que dejar pasar por alto esta oportunidad de educarles.
Tu hijo o hija necesita que haya un equilibrio entre apoyo y control para crecer de una manera segura y saludable, siendo éste un signo de buena crianza. El disfrute de las actividades de ocio familiar con niños depende en gran medida de lo que tú como adulto/a te impliques en las mismas. En esta etapa se trata de buscar el juego en todas partes; jugar es un acto natural y fundamental en los niños pero que enriquece también a los adultos. El juego planificado es importante pero también lo es el juego libre y espontáneo ya que se trata de un medio fundamental para el desarrollo de la creatividad y la imaginación.
Jugando a ser horticultores
Si bien los huertos han sido considerados como una forma de ahorro en la alimentación familiar, actualmente esta actividad está asociada al ocio y la calidad de vida. Además, no es necesario poseer una gran extensión de tierra para aprender cómo hacer un huerto y ver crecer plantas y frutos. Basta una jardinera en un balcón o un pequeño trozo de jardín para experimentar el placer de cultivar y recolectar hortalizas y verduras bien frescas.
Sin duda los beneficios son múltiples para la salud, no sólo por el consumo de alimentos frescos y naturales, sino porque el trabajo y contacto con la tierra es un ejercicio sano para toda la familia. Además, esta actividad también te brinda la oportunidad de aprender y enseñar a tus hijos/as valores, conocimientos y habilidades.
¿Qué vas a conseguir?
Materiales y recursos. Para empezar a montar un huerto es necesario: Unas cajas de madera, de mimbre o unos maceteros, y acondicionarlos en caso necesario con un forro de plástico // una pequeña pala // una regadera // guantes // tierra // semillas o planteros.
Compartir la cocina
La cocina puede convertirse en un lugar muy interesante para tus hijos/as pequeños/as, convertir un puñado de ingredientes en un sabroso plato para la cena puede ser para ellos una auténtica aventura. Como si de un acto de magia se tratase puedes enseñarles pequeños trucos para elaborar platos sencillos y agradar así a familiares y amigos.
A partir de los 3-4 años los niños suelen tener la psicomotricidad fina lo suficientemente desarrollada como para comenzar a echar una manita en la cocina y, a edades más avanzadas, pueden ser unos ayudantes perfectos hasta llegar a convertirse en sus propios jefes de cocina cuando sean más mayores.
¿Qué puedes conseguir?
Materiales y recursos:
Cada cocina tendrá todo lo necesario para desarrollar un buen taller de cocina. Sin embargo, recomendamos tener cuchillos y tijeras con poco filo y recipientes de plástico en lugar de vidrio para que manejen los niños. Los recursos imprescindibles serán los conocimientos del chef y las miles de recetas fáciles que se pueden encontrar en nuestra tribu.
Al aire libre
Las salidas a la naturaleza en cualquiera de sus formatos (excursiones de un día, senderismo, deportes al aire libre, viajes de vacaciones al mar o a la montaña, etc.) constituyen una forma de ocio muy completa ya que proporcionan oportunidades de desarrollarlo en varias de sus dimensiones: lúdica, deportiva y ecológica.
¿Qué podemos conseguir?
Aquí puedes encontrar gran variedad de actividades que puedes compartir con los más pequeños de la casa.
ADOLESCENCIA
La adolescencia, tal y como la entendemos en nuestro contexto histórico-cultural, es una etapa de transición que abarca aproximadamente desde los 12 hasta los 20 años. Este período comienza con lo que denominamos pubertad, que hace referencia al conjunto de cambios físicos que acontecen en el organismo con el objetivo de alcanzar la madurez del sistema reproductivo. Estos cambios implican el desarrollo completo de los órganos genitales, algunas transformaciones morfológicas como el crecimiento del vello y el cambio en el tono de la voz, y otros cambios a nivel hormonal que suponen el desarrollo de los ovarios y los óvulos en las chicas y de los testículos y espermatozoides en los chicos.
La adolescencia, como he dicho, es un período de importantes cambios en todos los ámbitos y que, por tanto, requiere de comprensión, apoyo y cercanía por tu parte. El pensamiento del adolescente tiene un nivel de desarrollo y complejidad suficiente como para emprender desafíos intelectuales relevantes.
El mundo social del adolescente se transforma para dar más importancia a las relaciones con los iguales, aunque como padre/madre sigues siendo imprescindible en la vida de tus hijos/as. Fomenta la comunicación positiva y empática ofreciendo un entorno familiar afectuoso que permita la expresión abierta de opiniones y sentimientos, es el pilar de las buenas relaciones entre padres e hijos adolescentes.
La creciente demanda de autonomía del adolescente y el aumento en importancia de las relaciones con los amigos, no está reñido con las relaciones familiares de calidad siempre y cuando como padre/madre introduzcas cambios adaptativos en tu modo de educar y supervisar.
Club de cine, teatro y culturales
Ver las mismas películas, ir al teatro o participar en temas culturales en familia puede suponer una excelente oportunidad para expresar valores propios y compartidos. Reafirmarse o cuestionarse maneras de vivir, explorar los puntos de vista y preferencias de los demás y, en suma, conocerse y socializarse mutuamente.
Las representaciones, aunque sean una ficción, se construyen a partir de realidades de la vida social y constituyen un medio privilegiado para mostrar la riqueza humana. Por tanto, son un instrumento excelente para reflexionar y hablar sobre una amplia variedad de temas vitales.
Aquí puedes encontrar múltiples opciones para disfrutar de una buena película o un gran día de teatro en familia.
Igual que los más pequeños, también puedes hacer excursiones, practicar deporte, senderismo… con tu hijo o hija mayor, disfrutar de parques de atracciones y temáticos, que sin sabes, son las delicias de tus hijos/as, tanto mayores como pequeños.
Sin duda, esta es una gran megaguía, pero siento que se han quedado cantidad de actividades en el tintero, si se te ocurre alguna más y quieres compartirla. Ya sabes, te espero en los comentarios.
BIBLIOGRAFÍA:
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